The meaning of Yoga
What is Yoga?
There was a time when yoga wasn’t popular, yet it was never forgotten.
Yoga means “union”. It’s such a simple definition for something so broad. Union of what? What are we trying to connect? Well, my friends, that is an endless search because it can differ depending on your perception.
What we do know is that we aim to connect mind, body, and soul through the practice of asana (yoga poses). Many of us come to yoga purely through movement—perhaps you went to a gym and signed up for a yoga class to stretch and improve flexibility. But, my friends, that’s just a marketing hook. While you will certainly improve your flexibility, that’s not the main benefit of yoga asana practice.
Yoga is more than a workout or a physical practice—it’s a way of living. The true magic and benefits arrive when you build a solid practice. It’s not immediate, and that’s something we’re not so used to in the West. It requires time, discipline, dedication, and a good teacher to guide you through those first steps.
Once your intention is set and you start practicing yoga asana, you’ll learn that there are eight paths in the yoga practice. When we walk through them, we can truly say we are practicing yoga. These eight limbs are:
Yamas – ethical restraints that guide how we interact with the world (like kindness and truthfulness).
Niyamas – personal observances that guide how we care for ourselves (like cleanliness and contentment).
Asana – physical postures that prepare the body for deeper practices.
Pranayama – breath control techniques that balance our energy.
Pratyahara – withdrawal of the senses, helping us turn inward.
Dharana – concentration, the practice of focusing the mind.
Dhyana – meditation, a steady flow of awareness.
Samadhi – a state of blissful union with the universe, the goal of yoga.
All these limbs complement one another. Each step supports the next, and as we move along this path, we aim for Samadhi—a deep state of peace, connection, and liberation.
Yoga is not something you master overnight. It’s a journey of exploration—a journey of discovering yourself, connecting to something greater, and living with awareness and intention.
So, whether you’re just beginning or have been on this path for a while, remember: yoga meets you exactly where you are. And from there, you can begin to grow.
ESPAÑOL
Hubo un tiempo en que el yoga no era popular, pero nunca fue olvidado.
Yoga significa “unión”. Es una definición tan simple para algo tan amplio. ¿Unión de qué? ¿Qué es lo que estamos tratando de conectar? Bueno, mis amigos, esa es una búsqueda interminable porque puede variar según tu percepción.
Lo que sí sabemos es que buscamos conectar mente, cuerpo y alma a través de la práctica de asana (posturas de yoga). Muchos llegamos al yoga puramente a través del movimiento: tal vez fuiste a un gimnasio y te inscribiste en una clase de yoga para estirarte y mejorar tu flexibilidad. Pero, mis amigos, eso es solo un gancho de marketing. Claro que mejorarás tu flexibilidad, pero ese no es el beneficio principal de la práctica de asanas.
El yoga es más que un ejercicio o una práctica física. Es una forma de vida. La verdadera magia y los beneficios llegan cuando construyes una práctica sólida. No es inmediato, y eso es algo a lo que no estamos tan acostumbrados en Occidente. Requiere tiempo, disciplina, dedicación y un buen maestro que te guíe en esos primeros pasos.
Una vez que estableces tu intención y comienzas a practicar asanas, aprenderás que hay ocho caminos en la práctica del yoga. Cuando los recorremos, podemos decir que realmente estamos practicando yoga. Estos ocho pasos son:
Yamas: restricciones éticas que guían cómo interactuamos con el mundo, como la amabilidad y la veracidad.
Niyamas: observancias personales que guían cómo cuidamos de nosotros mismos, como la limpieza y el contentamiento.
Asana: posturas físicas que preparan el cuerpo para prácticas más profundas.
Pranayama: técnicas de control de la respiración que equilibran nuestra energía.
Pratyahara: retiro de los sentidos, ayudándonos a volver la atención hacia el interior.
Dharana: concentración, la práctica de enfocar la mente.
Dhyana: meditación, un flujo constante de conciencia.
Samadhi: un estado de unión dichosa con el universo, el objetivo del yoga.
Todos estos pasos se complementan entre sí. Cada uno apoya al siguiente, y a medida que avanzamos por este camino, nuestro objetivo es alcanzar Samadhi, un profundo estado de paz, conexión y liberación.
El yoga no es algo que se domina de la noche a la mañana. Es un viaje de exploración, un viaje para descubrirte a ti mismo, conectarte con algo más grande y vivir con conciencia e intención.
Así que, ya sea que estés comenzando o que lleves tiempo en este camino, recuerda: el yoga te encuentra exactamente donde estás. Y desde ahí, puedes empezar a crecer.